martes, 24 de marzo de 2009

Tamara Carvajal

Mi nombre es Tamara Carvajal, comencé a participar en Seicho-No-Ie en la Asociación de Jóvenes el año 2001, tenía 17 años, cursaba 4to medio, llegue a Seicho-No-Ie gracias a mi Abuela y Madre; que me impulsaron a participar de las reuniones, Siento que uno de los Aprendizajes más significativos que me ha entregado la filosofía es la de amar y respetar a los Padres, pues soy hija de padres separados y a raíz de este acontecimiento pasamos muchas desarmonías en la familia. Mi mayor conflicto era con mi padre porque yo lo responsabilizaba de todo lo que acontecía , pensando equivocadamente que por culpa de Él , su matrimonio con mi mamá se había terminado y teníamos que pasar por todas estas penurias, al comenzar a participar en las reuniones fui escuchando frases que me dejaban paralizada sin comprenderlas, como por ejemplo: Nuestros padres son los representantes de Dios en la tierra, la voz de los padres es la voz de Dios, Agradece a tus padres , que gracias a ellos llegaste a este mundo, etc.
Entonces comencé a pensar que tanta gratitud sentía yo hacia ellos y la respuesta fue negativa, solo criticaba, nunca les decía que los quería, no demostraba mi amor a mis padres y con mi padre la situación era más difícil porque ya no vivíamos juntos, un libro que me marco profundamente es “Buscando el Amor de los Padres” del Profesor Kamino Kusumoto, además aprendí a realizar la Oración de Perdón.
En un viaje a Concepción a ver a mi padre que se encontraba trabajando en esta ciudad, me fui leyendo este libro y recuerdo que llore demasiado pues me di cuenta de cuan equivocada estaba al juzgar tanto a mi papa como esposo y no como el padre responsable y preocupado que siempre había sido, en ese momento siento que mi vida cambio, porque pude mirar a mi papa con otros ojos, más comprensivos, con mayor amor. Además también tuve la posibilidad de participar de un Seminario de 2 días de “Gratitud a los Padres” en la Academia de Santa Tecla en Brasil. al ver a todos esos jóvenes relatando sus experiencias y a los Profesores explicando la importancia de estar en armonía con todas las personas especialmente con nuestros padres , me sentí muy acogida pues me di cuenta que muchos jóvenes pasaban por situaciones similares o peores que la mía y aun así manifestaban su amor infinito hacia sus padres y hoy creo firmemente que a pesar de todos los sufrimientos o acontecimiento difíciles de nuestra vida , son nuestros padres quienes nos apoyan y ayudan en los momentos más duros , y entonces como no sentir gratitud hacia las personas que siempre están ahí? , entonces pueden existir diferencias de opiniones, desarmonías, etc. pero el amor está siempre presente intacto y es el que nos hace superar nuestros problemas y salir adelante, entonces como dice el Profesor Enio Macaki Hara “Nuestros Padres Camino de la Felicidad”

martes, 17 de marzo de 2009

Elba Álvarez Muñoz


Experiencia de la práctica "Purificación de la Mente".

Mi nombre es Elba, soy de Santiago de Chile y tengo 73 años a la fecha.

Conocí SNI en Julio de 2004. MI hija, Isabel Biscupovich, conoció al Sr. Alejandro Silva y él la invitó a las charlas. Yo estaba pasando por momentos muy oscuros en mi vida y mi hija practicamente me obligó a que asistiera a una reunión el día sábado. Después de esto, ya no dejé más de asistir. Esta filosofía me ha cambiado al vida, y lo más importante es que aprendí a perdonar.


Mi madre falleció en Marzo de 1990. Quedé muy dolida con una señora que nos concía y que encontré después, ya que no me dió el pésame. Cada vez que la veía no podía perdonar su actitud. Cabe decir que esta persona es pariente de la también fallecida segunda esposa de mi padre.

Pasaron los años y el 2006 escribí este sentimiento en una práctica de "Purificación de la mente". Tres días después esta señora y yo nos encontramos en una reunión familiar. Fue un encuentro muy cariñoso- Su marido estaba muy enfermo, cosa que yo no sabía. Esto me hizo empezar a llamarla por teléfono para informarme de su salud; incluso fui a verlo a la clínica.

Un día que lo llamé, ella no estaba y él quizo hablar conmigo. Me preguntó cómo estava y le conté que estaba muy delicada de los piés, pero no deseaba operarme, tenía miedo de cómo quedaría luego de la operación. Yo he sufrido de los pués desde los 12 años, cuando fui operada por primera vez, y desde ese momento había usado plantillas.
Teniendo pié plano anterior (el arco muy pronunciado), juanetes, dedos garra y falta de cojinetes, lo que me hacía pisar practicamente con los huesos. Hace unos quince días, un eminente médico me había examinado y no había decidido a operar. Este señor, con muho cariño, me recomendó un médico traumatólogo de su familia. Entonces fui a verlo. A esas alturas yo ya caminaba cuatro cuadras o menos por día y quedaba con tantos dolores que debía acostarme. El médico me dió tanta confianza que decidió operarme. Esto fue en Enero del 2007. Cuando pensé en llamarlo para contarle y agradecerle, me enteré que había tenido un paro cardiaco y había fallecido. Sentí mucha pena.

Fui operada el 29 de Marzo del 2007. La recuperación ha sido lenta, pero gracias a Dios estoy mucho mejor de los piés. Todo esto se debe a que pertenezco a Seicho No Ie y aprendí a perdonar.

Muchas Gracias.


Santiago, Chile.

viernes, 13 de marzo de 2009

Maria Estela Arriagada

Mi hija Carolina, me motivó a ingresar al Movimiento en el año 2004. Asistía a las charlas regularmente y empecé a leer las oraciones; me gustaba en especial la “Sutra en 30 Capítulos, para la lectura diaria”. Por razones de tiempo, acostumbraba a leerla en el bus de trayecto a mi trabajo. Era la mañana del 16 de Mayo de 2007, ese día en particular, estaba un poco atrasada y no tomé desayuno; situación que no suelo hacer. Me correspondía leer la Oración del día 16, “Palabras para apartar los infortunios”; terminé de leerla, me bajé del bus y al cruzar la calle, me impactó una camioneta blanca, que golpea mi cabeza, en el lado izquierdo, me levanta y caigo al pavimento. En el momento del impacto, pensé que había llegado mi hora, estaba muy tranquila y mentalmente repetía la frase de la oración: “No me puede ocurrir ningún infortunio”, dando gracias a Dios,(Muchas Gracias, Muchas Gracias……), no había perdido el conocimiento y escuchaba la gente a mi alrededor,
Una ambulancia que casualmente, pasó por el sector, me llevó a la Asociación Chilena de Seguridad, porque era accidente de trayecto al trabajo. Me hicieron análisis y un scanner; no tenía nada, ni siquiera un hematoma en la cabeza, a pesar de haber hundido la camioneta, tampoco tuve vómitos, porque no había tomado desayuno, era lo mejor en estos casos, dijo el medico, sólo presenté vértigos, los que fueron tratados posteriormente.
Mi familia se alegró que no me hubiese pasado nada grave y recuerdo que mi hija Carolina, me dijo “Mamita, naciste de nuevo”, pensé en esta frase y en realidad agradecí a Dios por darme una nueva oportunidad.


Santiago, Chile.